miércoles, 29 de julio de 2015

Entelequias post- Avilés 2015

EL AMOR, El amor, EL amor, EL Amor, EL AMor, EL AMOr, el amor… el puto y jodido AMOR... ¡¡Haced desaparecer las letras, destruid la palabra, no la nombréis para que deje de existir!!
Me hago preguntas, cien, mil, o un par… ¿qué coño es esto? 
Cuentan historias que hablan de infidelidades, compromisos, pactos, equilibrio, cuerpos desnudos y vestidos, habitaciones, roces, felicidad, miedos… ¿me estáis vacilando? 
Y no entiendo nada, las miradas me son indiferentes, las palabras suenan imperceptibles, me tocan y no siento nada… 
Putos ilusos…tampoco soy capaz de llegar a vosotros…
Ahí está, eso que veis es lo que más amo… es mi existencia… y tiene nombre, rostro, cuerpo y la palabra... vaya si la tiene…

sábado, 8 de marzo de 2014

Siete libros

El dolor... sujeta la pluma con la que me dispongo a echar sal sobre la herida... acabo de tapiar una colección de libros con la idea de que cada párrafo desaparezca de mi recuerdo, como aquella vez que tiré a la basura a mi ex-pareja en forma de fotos, cartas, regalos y demasiada angustia...
Un año tardé en volver a ponerme delante de su nombre y empezar lo que sería mi decimonovena nueva vida (no recuerdo bien)...
Aquella historia fue el inicio de un destrozo que, a día de hoy, está compuesto de algo que dicen se parece a mí...
Estos libros, siete, que he colocado cuidadosamente en el fondo del armario de la costumbre, han arañado mi espalda, mi pecho, mis piernas, mi cara... dejando cicatrices azuladas de tinta y noches en vela...
Si miro mi pecho, hay una brecha, una en especial, que contiene hojas en blanco esperando a ser escritas con sumo cuidado y dedicación, y que yo trato de calmar con un poco de ginebra cuando escuece más de la cuenta...
Pero cuando vienen a mi mente esos cuerpos desnudos y desnutridos, sombríos y vulnerables que intentan llamar mi atención rajándome donde ya sólo queda carne muerta, buscándome desesperadamente para sobrevivir, les muestro cuidadosamente la caja de madera tapiada con olor a calma para que entiendan que sólo ahí, y en ese instante, viven para morir...
No sé si me entienden... Hace unas horas del reloj de arena que no funciona, ahogué mi deseo al mismo tiempo que me apretaba con fuerza el cuello hasta que perdí el conocimiento... y desperté, otra vez, viendo como dos amantes, no cualquiera, aquellos que saben a manteca rancia de tanto estar pegados, hacían o deseaban hacer el amor apasionadamente sobre mi cuerpo inerte abierto en canal...

sábado, 1 de marzo de 2014

La intrusa

Si, soy yo, así me reconozco... una ladrona de vidas, de estados emocionales, de momentos íntimos, de sexos que gozan per se...
Si tuviera que explicar los motivos de mi estúpido comportamiento, alegaría que estoy buscándome, que preciso de espejos ajenos para reconocerme...
Pero es tan absurdo... ¿acaso alguien puede reemplazar mi sombra perdida por un yo encontrado?
Debo pedir disculpas por saber que no fluyes, que estás fría, mortecina... también por atender a tus pensamientos tormentosos...
No debo, pero aún más, no quiero, no quiero estar ahí, detrás de aquel que no me deja ver más allá  del cuero colgado porque bien me conoce...
Tan sólo me pido tener la suficiente lucidez para diferenciar un burro de un caballo alado, y aún así, tener la sensación de seguir soñando ayeres...




martes, 5 de noviembre de 2013

Lámeme…la bota… hasta que podamos mirarnos en ella…

No sé si soy y mi egoísmo, yo y esta estúpida realidad fabricada por unos dementes, yo y esa sensación de asco que me abraza cuando me levanto por las mañanas y no veo tras la ventana las cabezas clavadas en una pica de justicia a aquell@s que se sientan en las poltronas de poder raídas por los mismos culos planos y esparcidos que albergan, en última instancia, lo que llamamos desechos o mierda… y me pregunto, cómo se puede sustentar un país sobre los culos egregios de sus mandamases y no sobre una estructura firme de pensamiento, evolución, que no involución y cultura (entiéndase que dentro de estas tres palabras están imbuídos términos como políticas sociales asequibles y justas , economía sostenible, representantes fidedignos, monarquía de papel pintado…y así hasta mañana pensando en flores y corazones…) pero no, no voy a seguir con demagogia, porque despertaré y no estaré sobrevolando cabezas descompuestas, no podré nutrirme de desechos para volver a empezar…
Y entonces recuerdo esa bota de piel brillante negra con tacón de aguja que ha andado por infinidad de calles y en cuya suela está escrita la palabra: LÁMEME. Y me imagino que el mundo, este mundo, esta realidad, es esa bota poderosa y gigante que lamemos todos los días con el agrado de la ignorancia y la desfachatez de soñar y pseudoconstruir un presente para otros y un futuro para ninguno…
No quisiera decir que somos masoquistas (el término tal cual), quiero decir que relamemos y pulimos la jodida bota desde la punta hasta el tacón, y si nos queda tiempo, le pasamos betún del malo, del que deja rastro y no lustre, y permanecemos ahí, agachados, a merced de que nos pise y nos guste, y silenciando nuestras vocecitas que piden más y más humillación…
Y pasamos todos por ahí, los que se reivindican los días pares y los que no salen de su casa, los que esperan arreglar la crisis con un paraguas en un día soleado y los que la utilizan para culpar a unos en detrimento de otros, cuando sabemos, tenemos pruebas y la historia además nos avala, que los “chorizos de Cantimpalo” son el plato típico español acompañado de un vino peleón que nos nubla la inteligencia…
Volviendo a las botas (realidad ilusoria,) collares de perro (hipotecas y demás entuertos que duran más que un matrimonio amañado), látigos (cada cicatriz in-visible que vulnera nuestros derechos) y cuerdas de algodón (anudan y anulan la inteligencia y el pensamiento crítico a partes iguales)...decir que esto no es BDSM, que no salimos de un local-mazmorra oscuro donde hemos ido a jugar, que no tenemos un acuerdo para parar cuando queramos, que no existen las concesiones…
¿Tenéis una idea de cómo frenar este caos? Yo ya tengo las botas… las mías, y no dudaré un segundo en utilizarlas para mi beneficio, pues no soy mejor que ellos ni peor que vosotros, sólo quiero vivir sin lamentarme y sin engañarme… ¿Demasiado egoísta? MUY EGOÍSTA… dejé de soñar cuando me pusieron el orinal allá por los 80 y aprendí que no podía vivir cagada eternamente…





miércoles, 2 de octubre de 2013

Lo que le debo a las 50 Sombras (no tan sombrías)... de Grey



Acabo de tropezarme en FB con un reseña, de las mil que cuelgan al día, de la famosa y afamada Trilogía de 50 Sombras de Grey… 


Recuerdo como si fuera ayer que bajé a la tienda del hospital en busca de una bebida estimulante que hiciera más llevadera mi guardia, y acabé llevándome no sé cuántos periódicos y los libros en forma de tocho adornado que llamaron mi atención del escaparate… de hecho, lo mejor son sus portadas…

Por aquel entonces sólo se hablaba de ellos en las zonas de marujeo, y en un hospital, de eso hay mucho (podría decir que en casi cada habitación de las cuales yo era responsable, asomaba entre las sábanas alguno de los libros de la saga)… la gente andaba medio escandalizada por los teje-manejes del Sr. Grey y se postulaban opiniones varias sobre lo que se cocía en las camas de los respectivos… que si “mi marido no me hace esas cosas”, que “hay que ver la suerte que tiene Anastasia de haberse cruzado con semejante apolo rico y morboso”, que si “por Dios ( con Él nos topábamos en los cafés) cómo puede haber tanta perversión en el mundo (idea generalizada de una respetable señora que no había catado varón en los últimos 25 años y andaba algo perdida de las nuevas (¡qué tontería! Porque en este tema no hay nada nuevo bajo el sol…) prácticas sexuales de los jóvenes…

Confieso que en algún momento quise un Christian Grey en mi vida, o quizás una Anastasia, no lo sé… pero desistí de mi empeño cuando me leí el primer libro, con el segundo sufrí alguna que otra arcada de aburrimiento y ya el tercero lo leí por saber si era éste el que me iba a calentar un poquito…

Hacía dos años más o menos que me había leído “La Venus de las Pieles” de Leopold Von Sacher -Masoch y había un abismo entre ellos… éste libro si despertó en mi curiosidades y ansias por conocer e indagar en otras variantes del sexo, cosa que ya me había pasado en otras ocasiones y con otros autores, pues desde muy jovencita devoraba libros un tanto controvertidos sobre éste y otros temas, pero en particular, la Sexología, no sólo el sexo, sino la ciencia, siempre me habían parecido fascinante y atrayente, seguramente porque en mi casa se encargaban de mandarme a la cama cuando aparecían los dos rombos o se hablaba de algún tema de éstos… yo, como una “putilla rebelde” de actos y pensamiento, me “buscaba la vida por otro lado”….

Pero la casualidad y Grey me dejaron un bonito regalo un 30 de Noviembre… me dijeron que había un ciclo de charlas moderadas y dirigidas por mi escritora top-ten, Valérie Tasso, así que contacté con ella y me confirmó que venía a Almería…

Estuve días y noches  agradeciendo a los putos libros mi suerte… hacía años que seguía a esta mujer y había leído sus libros un veintena de veces sin exagerar… me parecía que tenía mucho talento, valentía, elegancia, inteligencia, seducción, belleza, misterio, magia… pero sobretodo empatía, no sé por qué la sentía tan cercana sin conocerla… era lo que más me atraía de ella, eso que despertaba en mí siendo una desconocida, al menos, personalmente…

Y llegó el día, la charla, las explicaciones sobre BDSM, las demostraciones pícaras, las risas, ese morbo, la firma de libros, las fotos,… pero antes ya nos habíamos conocido, cuando nos miramos nos conocimos, no hizo falta hablar, no en ese momento…. 

Y por eso, sólo por eso, le debo tanto a 50 Sombras de Grey… le debo el comienzo de una nueva etapa en mi vida, y sobre todo, le debo una muy buena amiga, la “francesa”… ah! Y también mi fascinación por el látigo de siete colas…












domingo, 8 de septiembre de 2013

¿Fracturas?

Siento como unas manos aprietan mi garganta hasta dejarme apenas sin aliento... intento despertarme pero no puedo o no quiero... soy yo, son mis manos, estoy muriendo dentro de mi sueño... para distraerlas voy modelando en el aire un cuerpo al que pretendo darle un alma, la mía... ahora ya puedo respirar, pero sigo ¿muerta?... estoy torpe, no soy capaz de darle la forma que quiero a esa estructura... me paro en la parte superior entrelazando mis dedos con la masa blanda y moldeable... parece fácil, pero no lo es... la cara es una jodida mueca estridente difícil de reconocer hasta para mí misma... decido que no le voy a poner ojos, ¿para qué? si no van a poder ver más allá de lo evidente... la boca es grande, sí, es mi mayor logro hasta ahora... casi perfecta, ha emitido un grito desgarrador, justo lo que me proponía... parece que va cobrando forma humana, o casi...
Vuelvo a notar las manos sobre mi cuello, cada vez con más fuerza... aun así no me desvanezco, y me pregunto por qué... seguramente porque los deseos no se cumplen así como así...

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Dime con quién te acuestas y te diré quién eres...y qué te permito hacer...

Lo que nos define como personas parece ser que va desde lo que comemos hasta a quién nos comemos... carecen de importancia el resto de atributos como el comportamiento, los sentimientos, las buenas intenciones, la lealtad, el talento, el amor, la amistad, la capacidad individual, el intelecto...
Etiquetamos y juzgamos algo que no es tangible ni cambiable, algo que no tiene cura porque no encaja en una enfermedad, algo que forma parte de la esencia de cada individuo y que no es arrebatable... no se aprende ni se enseña, simplemente está...
¿Qué diferencia a un ser humano que tiene relaciones con una persona de distinto sexo a otra que pueda tenerlas con alguien de su mismo sexo?
¿Por qué existe tanto miedo, podría incluso pensar en un terror atroz a normalizar el concepto sin hacer diferencias significativas y discriminatorias?
¿Qué hay detrás de todo esto? ¿Miedo a nosotros mismos? ¿Miedo a conocernos y darnos cuenta que hay algo más allá de lo que nos han enseñado por decreto?
¿Miedo a sentir asco de que nos guste algo que tenemos reprimido e interiorizado, de tal manera que ni siquiera es planteable sin causar una crisis existencial?
¿Cuándo nos daremos el gusto de sentir por sentir sin más? 
¿Por qué somos capaces de probar mil cosas estúpidas nuevas y distinguir qué es lo que nos gusta y lo que no, y no nos permitimos ni siquiera romper la curiosidad que nos supone una caricia entre dos personas del mismo sexo?
Porque no me creo que alguna vez no hayáis pensado en algo tan espantoso cómo rozaros con vuestro amigo/a, incluso lo hayáis hecho y ahora os despierte el pensamiento como pesadilla por las noches...
¡No pasa nada! yo lo he vivido y sigo siendo mujer, con atributos de mujer, con mi inteligencia intacta, mi profesionalidad intachable, mi capacidad para ser madre no juzgable por cualquiera y quizás por nadie, con familia, amigos, ligues, preocupaciones, trabajo, ilusiones, expectativas... lo mismo que tú que me lees...
No nos permitimos SENTIR, gozar con el cuerpo, experimentar sobre nuestra piel, vivir, ser libres, pensar sin limitarnos... estamos atados por la cuerda del miedo que nos aprieta y nos incapacita porque así nos han enseñado que hay que vivir... con una espada afilada acechando nuestras cabezas si nos salimos de la norma...
No me creo mejor que nadie, ni tampoco creo a nadie mejor que yo... no preciso de certificado de idoneidad para ser persona...
Pero me toca los huevos la falsa moral, o la moral en sí, que nos manipula y dirige ahogándonos para que no seamos, sólo parezcamos, como una nube o el neumático de mi coche... sin más visión que ver como se pone el día dejando lugar a la noche y sin más bocado que llevarnos a la boca que la decisión irrefutable de algún listillo que piensa, existe, y posiblemente, para desgracia de muchos... sea " maricón" en la calle, no en su casa (pero sólo de pensamiento, no vayamos a liarla)...